Antes de ser raro

Una heladería ha obtenido el comercial que tanto quería, ahora esperemos que les guste. Otra heladería estuvo cerrada ayer a las 9:53 pm aunque debía cerrar a las 10:00 pm, hice notar mi desagrado con una mirada firme y directa a la chica que se escondía detrás del mostrador de la heladería para no abrir y venderme helado. Utilicé esa mirada que usan las caricaturas en la que les salen rayitas de los ojos, ojalá le hayan llegado.

Antes de eso visité a mis padres. Les dimos una noticia familiar importante y la reacción de mi mamá fue increíble, a veces parece que fuera actriz y le dijeran "actúa como si quisieras fingir que te gusta la noticia pero se te nota que no" y un gran "ahh... que bueno" sale de ella y es como para darle un oscar, aunque creo que la insulto si le doy esa estatuilla ridícula.

Antes de eso llegué temprano a casa y decidimos visitar a mis padres, no sin antes discutir sin sentido por hora y media con Daniela. Este hobbie es de los más saludables que tenemos, comparable a la trotada mañanera o un buen partido de tennis en el wii, nos permite expresar lo que sentimos entre lágrimas, gritos y sonrisas en lugar de hablar razonablemente; cosa que nos parece a ambos increíblemente aburrido. Antes de eso decidí irme a las 4:00 pm del trabajo porque soy un buen empleado que terminó el comercial de una heladería. Mi escape fue hábil y silencioso, mi lonchera y mi bolso me acompañaban en mi rápido y delicado, mas no furioso, escape como una estrella acompaña al ninja que se mueve con sigilo y se acerca a ti, y está detrás tuyo a punto de matarte. Pero por favor ten algo de decencia y no mires atrás.

Antes de eso hice un comercial para una heladería, escoger la música fue lo más difícil. También llegue temprano porque tenía que hacer un comercial y antes de eso manejé hacia el trabajo y antes me desperté y antes de eso pues ya lo conté ayer.

En medio de todo eso me tomé el tiempo de limpiar el encendedor eléctrico del carro, ese que usan para los cigarrillos y ocasionalmente para quemarse los dedos. Me tomé el tiempo y utilicé una pequeña herramienta improvisada, asegurándome que los bordes, donde se acumula la tierra, quedaran bien limpios. Un compañero de trabajo que me vio llegar, estacionarme, y quedarme dentro del carro, agachado, durante aproximadamente 8 minutos, realizando un movimiento rítmico inentendible con las manos me dijo que yo era un poco raro. Yo no lo creo, tal vez inoportuno, pero no raro.

Raro sería no limpiar.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
por supuesto, lo raro seria no limpiar.

Azael

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