Multas y colisiones

Martes 28 de abril

Estuve muy temprano en la oficina dispuesto a confrontar todos los problemas. Ya estaba decidida la sanción para aquellos que, en lo que nosotros consideramos como un acto de rebeldía, decidieron no presentarse a trabajar el día anterior. Al llegar ya estaba todos ahí y rápidamente nos ubicamos en la sala de sesiones que resulta que es también mi oficina porque nuestro local es algo pequeño. Fui claro y directo, estableciendo que aunque estábamos complacidos con el trabajo realizado el domingo, cualquier felicitación o premio ganado se perdió en el momento en que cometieron la falta ya mencionada. Comuniqué la sanción la cual no detallaré pero era bastante justa considerando que la otra opción era el despido. También dejé claro que quien no estuviera de acuerdo con esta multa podía presentar la renuncia, esto ellos lo vieron como un desafío y eso trajo problemas más adelante.

La reunión duró horas y ellos dejaron clara su posición, en su opinión ellos se merecían un descanso por el trabajo del día domingo y no fue más que eso lo que hicieron, tomarse un descanso. Al sentirse abandonados por parte mía consideraron que tampoco necesitaban de mi participación para decidir tomarse el día libre. Traté de hacerles entender lo inmaduro que es actuar de esa forma y que si tenían algún reclamo respecto a mi trabajo tenían todo el derecho de decírmelo y de pronto hasta me disculpaba con ellos, quien sabe si les daba hasta un bono por los buenos resultados del domingo. En este caso era importante imponer la multa por desobedecer mis ordenes, así no sean justas y si yo cedía perdería mi autoridad. Ellos no se sentían merecedores de multa alguna y no cedieron en su punto. La conversación poco a poco cambió de tema y se hablaron de muchos otros problemas que aquejan al departamento, problemas que en ese mismo momento se solucionaron dándole a la reunión mucho más valor. Ya al finalizar todo, y como estábamos de buenas por la resolución de otros problemas, ellos malinterpretaron esto como que olvidábamos el asunto de la multa y todos felices, pero yo no podía permitirlo por lo que recalqué que la multa iba. Esto molestó al equipo de noticias y esta vez se tomaron en serio el asunto de la renuncia. Con seguridad anunciaron en voz alta su inconformidad y luego de devolverme de manera dramática sus credenciales y otros implementos del canal, se retiraron vociferando supuestas injusticias. Yo lamentaba el asunto y ahora me encontraba en un aprieto inmediato, pero no por eso cedería, si tenía que salir a hacer las noticias yo mismo las haría, que no olviden que yo empecé con mucho menos personal y equipo del que tenía ahora aun con la falta de ellos.

Mucho drama llenó a la empresa ese día, y se barajaron nombres de reemplazos. Yo en el fondo sabía que cuando las cosas se calmaran ellos verían que tengo razón y si no es así verían quien realmente pierde más. Mis problemas durarían solo hasta encontrar un reemplazo pero decidí darles 24 horas antes de hacer llamadas. Igual busqué ayuda temporal entre mis contactos y seguí con lo programas, dedicándome a manejar la programación directamente, como en los viejos tiempos.

Esa noche Daniela y yo fuimos a visitar a Azael y Wendy. Necesitaba conversar con mis amigos de todo el drama en el trabajo para quitarme ese peso de encima. Cuando entrabamos nos topamos con Felipe y Claudia, vecinos de nuestros amigos y ahora amigos nuestros también. Nos invitaron a su casa y saldaron su deuda de las llaves con un delicioso helado y mucho más importante una larga conversación. Jugamos boggle y hablamos de muchas cosas, primero del trabajo y los problemas y luego del trabajo en su normalidad. Aproveché para detallar paso a paso la construcción de los comerciales y de cómo hago todo menos hacer las tomas. No me parece nada tan complicado porque ya estoy acostumbrado a hacer diferentes voces según el cliente y por lo general repito palabras cuando redacto la locución, en edición es cuestión de que la imagen calce con lo mencionado y de vez en cuando se pone una transición fuera de lo común, el diseño de la claqueta final es sencillo también y llevar por lo general mucho texto, direcciones y teléfonos todo en los colores de la empresa.

También recordamos historias locas de la adolescencia que viví junto a Azael, amigo mío desde los 12 años. Fue gracioso decir esos eventos en voz alta y darnos cuenta ahora que agarrase en patines de las busetas no es necesariamente una buena idea. Divertida si, pero no buena. Un choque interrumpió la conversación y con velocidad salimos a ver. Sin vergüenza alguna Felipe y yo caminamos hasta la esquina, más por hacer una evaluación de los daños y una reconstrucción del accidente que por curiosidad empujada por el chisme. En la esquina constatamos como uno de los vehículos tenía la llanta chueca y se encontraba imposibilitado de moverse. Volvimos a casa y retomamos la conversación, disfrutamos de buena música, antes de ver que eran ya la 1 de la mañana y era tiempo de volver a casa.

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