Ni tan chimbo

Sábado 7 de marzo

Como dormí muy poco, me sentía aún en ayer. Daniel se despertó mucho mejor, se le fue la fiebre, al fin, como a las 6 am. No importaba cuanto tempra le fuera suministrado, de todas formas no bajaba, era algo que nunca le había pasado. Realmente nos preocupamos y de todas formas lo llevamos a la doctora con los exámenes. La doctora nos atendió muy amablemente y nos explicó que a veces los niños pueden tener mucha fiebre, hasta por dos días y que no es tan terrible. Declaró viral a la enfermedad y nos dijo que solo podíamos tratar los síntomas y esperar.

Como Daniel estaba muchísimo mejor, decidimos aprovechar la salida para hacer las compras semanales. Nos deleitamos escogiendo tonterías por una hora, considerando que las cosas realmente importantes, esta vez eran pocas, lo que nos daba a Andrés y a Daniel algo de presupuesto para:

1. Un medidor de presión de aire para llantas.

2. Un transformer chimbo, que va de carro a robot.

Respectivamente.

Y no era tan chimbo, costó el doble que el medidor. También compré panes de yuca calientitos recién hechos.Ni un pan de yuca llegó al carro. Decidimos que haríamos un game night esa noche, por lo que compramos también cola y bocaditos e hicimos las llamadas correspondientes.

Seríamos solo 6 esta vez pero estábamos positivos.

Lamentablemente también estábamos cansados. Igual nos divertimos mucho, pero creo que nos falto chispa, comprensiblemente. Al menos yo tenía la mala noche y la preocupación de Daniel y ningún red bull cerca. Además no bebimos, sospecho que el alcohol actúa como algún tipo de agente desinhibidor, investigaré. El niño estuvo despierto hasta casi las 12, jugando con los invitados. Luego se lo llevaron a dormir y cayó muy rápido. Continuamos jugando hasta que ya bostezamos demasiado. Se fue una pareja, jugamos otra ronda con los que se quedaron y luego ellos también se fueron. De pronto, nos fuimos a dormir.

Así, de improviso.

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