Un cielo nublado

Viernes 27 de febrero

Un constante miedo de morir inmediatamente y sin previo aviso marcó este día. Me suele pasar, cuando me quedo solo, que me inundo de pensamientos negativos. Bueno esto en realidad es normal, la diferencia es que no está Daniela para escucharme decirlos y responderme con un amoroso "deja de decir tonterías". Igual esta sensación no empezó tan mal, pero fue empeorando con el pasar del día.

Me fui al trabajo tarde, algo agobiado y llegué allá casi sin ganas de vivir. Problemas que me parecieron ridículos fueron resueltos por otros, yo no me sentía capaz y una vez más procrastiné la mayoría del trabajo y todo lo que hice ayer se lo atribuí a hoy librándome así de preguntas incómodas. Me fui temprano y me quedé en casa atrapado en mis procesos mentales dañinos hasta que pude hablar con Daniela, quien con solo escucharme me ayudó increíblemente, al punto que estoy aquí escribiéndoles ya mucho, mucho mejor.

Estuve indeciso respecto a salir hacia Salinas en viernes o al día siguiente hasta que se hizo muy tarde para salir, a veces quiero decidir algo pero no quiero aceptar esa decisión por lo que dejo que se tome sola pasando tiempo. No te escandalices, tu también tienes tus locuras, solo que no las cuentas o aceptas.

Me quedé leyendo y viendo tele, con intervalos de Internet. Eso hasta la media noche, donde me forcé a dormir tomando un te de cedrón, que siempre me relaja. Ya quería que el día acabe y así sucedió.

Comentarios

Freya ha dicho que…
En serio lo lamento, a veces tengo problemas graves de percepción :(

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